viernes, 9 de octubre de 2009

Neurología: con música recuperan a víctimas de accidentes cerebrovasculares

Un poco de Beethoven es bueno para el cerebro, según un estudio finlandés que asegura que la música puede ayudar a las personas a recuperarse más rápido de un Accidente Cerebrovascular (ACV).

Los ACV, que se producen cuando se bloquea el flujo sanguíneo al cerebro, pueden destruir el tejido cerebral y son una de las principales causas de muerte y discapacidad permanente en el mundo.

La investigación incluyó a 60 personas que recientemente habían tenido un ACV. Un grupo de pacientes escuchó su música favorita todos los días o accedió a libros con audio, mientras que otros participantes no se expusieron a esos estímulos. Todos los voluntarios recibieron rehabilitación estándar.


Memoria verbal

Tres meses después los pacientes que escucharon música mostraron una mejoría del 60% en la memoria verbal comparada con el 29% que obtuvieron los que no escucharon música.

La atención también mejoró un 17% en quienes se expusieron a la terapia sonora, señaló Teppo Sarkamo, autor del estudio y psicólogo de la Unidad de Investigación Cerebral de la Universidad de Helsinki.

"Estos resultados demuestran por primera vez que escuchar música durante el período inmediatamente posterior a sufrir un ACV puede mejorar la recuperación cognitiva", señaló.

Según el especialista, "no podemos decir qué sucede en el cerebro; pero, según investigaciones y teorías previas, podría ser que escuchar música activa las zonas cerebrales que se están recuperando".

La música, asimismo, activaría de alguna forma mecanismos generales que reparan y renuevan las redes neuronales después del accidente.

Para el doctor Arnold Hoppe, jefe del Servicio de Neurología de la Clínica Alemana, la musicoterapia es un gran aporte para la neurorehabilitación. "Se ha demostrado que ayuda para la terapia de varios cuadros, como la hemiplejia, el Parkinson y también para el autismo".

Según Hoppe, quien ha utilizado este tratamiento, no es tanto la melodía como los ritmos los que ayudan a los pacientes a recuperar, por ejemplo, la marcha normal o a generar mayor plasticidad neuronal, incluyendo nuevos circuitos o mayor cantidad de sinapsis. "No sabemos a ciencia cierta cómo funciona, pero está claro que aporta a la terapia", agrega.

Otra reciente investigación reveló que trasplantar células cerebrales producidas con células madre embrionarias ayuda a componer el daño causado por un accidente cerebrovascular.

El estudio, realizado por científicos de la Escuela de Medicina de la U. de Stanford, en California, fue realizado sobre ratas, pero los investigadores esperan emplear este enfoque para los humanos en cinco años.


Fuentes: El Mercurio